Con este comunicado pretendemos aclarar como se ha desarrollado la gestión de la gatita de raza persa y capa negra aparecida en Alicante el pasado día 17 de diciembre de este mismo año.
Este comunicado no es para intentar convencer a nadie, no está dirigido a las personas que han colapsado las publicaciones de este caso con mentiras, acusaciones y hasta amenazas personales dirigidas hacia el hijo menor de la coordinadora de la asociación. Ya se han tomado medidas legales hacia esas personas y acciones y en el juzgado es donde tendrán que justificar lo injustificable.
Este comunicado es para las personas que creen en Cinco Hocicos y en su gestión, porque con una incondicional cautela sabemos que lo están esperando, quieren saber qué ha pasado pues se lo ofrecemos en abierto ya que desde la asociación no nos arrepentimos de ningún paso de la gestión puesto que hemos atendido a pruebas clínicas veterinarias y físicas por un lado y por otro simplemente no hemos querido tener contacto con una persona que irrumpe diciendo que es su gata desde el acoso, las malas formas y la mentira con el agravante de que pierde más tiempo intentando desprestigiar en redes sociales que en buscar a su gata (QUE AÚN ESTÁ EN PARADERO DESCONOCIDO.)
Personas ajenas a la asociación, a las que felicitamos por el protocolo que han seguido y agradecemos todo lo que ha hecho por ella, encuentran al animal, el día 17 por la noche con apariencia de llevar mucho tiempo perdido o abandonado. La mañana siguiente, miércoles 18, lo trasladan a la clínica veterinaria para comprobar si tenía chip. El resultado de la identificación es negativo. Al no tener responsable conocido y encontrarse en unas condiciones lamentables de pelaje (según nos cuenta y podemos verificar en las imágenes el animal no podía ni andar, lo que nos lleva a pensar que o lleva perdida mucho tiempo o no estaba recibiendo la atención y cuidados adecuados a sus necesidades de higiene) la persona que la rescata coge una cita para el día siguiente en la que pacta una sesión de peluquería para librarla de la maraña de nudos adheridos a la piel, una revisión general, un testado de leucemia e inmunodeficiencia felina y *1: una analítica de hormonas.
*El motivo por el que se pide esta poco usual analítica no es otro que, a pesar de que la prioridad era encontrar a su familia, adelantarse al supuesto caso de que no se localizara y hubiera que, una vez pasados los plazos establecidos por ley, buscar una adopción saber si la gata estaba esterilizada o no ya que no quería entregarla en adopción sin esterilizar ante el riesgo de que utilizaran a la gata para la cría. Es decir, se pide esa analítica para no arriesgarse a someter al animal a una intervención quirúrgica cuando cabía la posibilidad de que ya estuviera esterilizada.
Al día siguiente, jueves 19, trasladan, de nuevo, al animal a la clínica veterinaria para recibir toda la atención citada arriba.
Durante esta jornada contacta Olivia G. diciendo que el animal es de su propiedad, en un primer momento se le transmiten las dudas de que sea así en cuanto que afirma que su gata lleva sólo dos días perdida, debemos insistir que en qué por el estado en que aparece el animal indica que lleva mucho más tiempo desamparada. Pero al parecer las formas con las que se dirige a las personas que han encontrado a la gata no son las más afortunadas lo que lleva a las personas que la ha encontraron a ponerse nerviosas, sentirse, intimidadas y no saber muy bien cómo proceder. Por este motivo contactan con la asociación Cinco Hocicos, con la que ya habían hablado previamente para pedir ayuda con la difusión de la gata.
Al mismo tiempo otra familia de San Vicente contacta para decir que reconocen en el cartel publicado para su difusión a su gata perdida hace un par de semanas.
*En este momento la gestión y custodia de la gata ya ha sido cedida a la asociación Cinco Hocicos que es quien mantiene el contacto con las dos posibles familias pero es una colaboradora de la asociación quien se hacen cargo de todos los gastos veterinarios y manutención de la misma hasta que todo se esclarezca.
Viernes 20 pasadas las 16h la coordinadora de esta asociación se dispone a contactar primero con Olivia G. para concertar una cita en la clínica veterinaria donde se encuentra el animal y otra compañera de la asociación con la otra familia para preguntar sobre las características de su gata perdida.
*Información que recibimos de las dos personas que dicen que la gata es suya:
Olivia G. – Una gata de 11 años, con uñas, esterilizada y un bigote blanco.
Familia de San Vicente- Una gata de 4 años, sin esterilizar y de carácter tímido.
Justo antes de contactar recibimos los resultados de la analítica realizada y estos nos dicen que los niveles de Estradiol se corresponden con un animal que NO ESTÁ ESTERILIZADO Y QUE PROBABLEMENTE ESTÉ EN CELO.
Por lo tanto desde la asociación descartamos a Olivia G. como persona responsable del animal y así se lo comunicamos al mismo tiempo que ponemos a la asociación a su disposición para ayudarla a buscar a su gata ( que no nos cansaremos de recordar que a día de hoy sigue perdida y sin nadie que la busque). Para calmar su necesidad de que la gata que hemos encontrado sea su gata, compartimos de inmediato con ella los resultados de la analítia e insistimos en que debe seguir con su búsqueda. La reacción de Olivia es despectiva e insistente a la hora de desprestigiar la información que le aportamos. En el mismo momento recibimos acusaciones que insinúan que por nuestra parte hay algún tipo de interés oculto o beneficio en apropiarnos del animal. En ese momento no le damos importancia puesto que entendemos perfectamente la desesperación que supone para una familia el hecho de tener a un animal del cual somos responsables en paradero desconocido.
Paralelamente la otra compañera de la asociación establece contacto con la otra familia y llega a quedar con ella para que viesen a la gata. Ellos mismos descartan que sea su gata aunque reconocen el parecido.
A partir de aquí Olivia G. emprende una cruzada de falsas acusaciones en redes sociales que fomenta que personas completamente ajenas a la situación viertan acusaciones, insultos y amenazas de las cuales, por privado, dice desvincularse pero no retira la publicación que las alimenta y aviva a cada comentario, lo que nos hace pensar que lejos de desvincularse, las apoya.
Cualquier intención de ceder a su petición de tener acceso a la gata se disipaba a cada comentario agresivo, difamación y amenaza recibida. SIMPLEMENTE NO ESTÁBAMOS DISPUESTAS A CITARNOS CON UNA PERSONA CUYO COMPORTAMIENTO SÓLO NOS LLEVABA A PENSAR QUE IBA A PROVOCAR UNA SITUACIÓN DE MUCHA TENSIÓN Y MUY DESAGRADABLE GENERANDO UN NUEVO CONFLICTO cuando teníamos pruebas clínicas que nos dicen que no es su gata.
Contacta con la coordinadora de la asociación la veterinaria de Olivia G a la que en ningún momento se le asegura que vaya a tener lugar una cita con Olivia, sí que se le dice que se expondrá de nuevo a debate en la asociación pero ni se da negativa, ni se confirma una cita.
El día 23 de diciembre la casa de acogida nos comunica que la gata tiene un comportamiento preocupante al notar que bebe y orina en exceso y muestra signos de apatía. Es trasladada inmediatamente a la clínica veterinaria donde se queda ingresada con un fallo renal del cual, por desgracia, no consigue recuperarse. Fallece la mañana del 24.
Solicitamos necropsia y el informe nos dice que la enfermedad la llevaba arrastrando hacía tiempo. Uno de los riñones estaba completamente atrofiado, inoperativo y minúsculo y el otro excesivamente grande al tener que hacer el trabajo de los dos. Si no hubiera sido rescatada por las personas que no miraron hacia otro lado y le han propinado todas las atenciones necesarias hubiera fallecido inevitablemente en la calle con una muerte lenta, con mucho sufrimiento y dolor.
La raza persa tiene tendencia genética a desarrollar problemas renales y , sin duda, el estrés que le supone a un gato el haber estado perdido ha propiciado que el animal empeorara y se acelerara la enfermedad independientemente de que hubiéramos encontrado a su familia o no, desconocemos el tiempo que ha deambulado desubicada por la calle, el agravante es la pérdida, el haber salido de su zona de confort.
Omitimos los datos de la clínica y la veterinaria colegiada que atiende a la gata y realiza el informe por motivos de seguridad debido al gran número de insultos acusaciones y amenazas que estamos recibiendo tanto por redes sociales como en el ámbito privado.
EN RESPUESTA A LAS MÁS FRECUENTES Y ABSURDAS ACUSACIONES Y DIFAMACIONES QUE SE ESTÁN PUBLICANDO EN REDES SOCIALES:
- Que queríamos quedarnos a la gata.
Nos hacemos cargo de 30 gatos, 15 perros y un cerdo y atendemos animales heridos o enfermos de la calle, cada día cruzamos los dedos para que no nos den un sólo aviso más de un animal necesitado. No podemos atender ni a uno más, en serio, no queremos quedarnos con gatos, queremos encontrarles la mejor familia porque es lo que se merecen. Si nos la hubiéramos querido quedar, o la persona que inicialmente la recoge, no se hubiera publicado un cartel buscando a su familia.
- Que al ser un animal de raza nos íbamos a lucrar de ella haciéndola criar.
Por eso la persona que lo encuentra confía su gestión en nosotras después de haber invertido un dinero en una analítica de hormonas porque lo primero que pretendía, en el supuesto de que no apareciera su familia en el plazo legal, era ESTERILIZARLA.
- Que el animal se ha muerto de pena.
No, el animal ha fallecido de un fallo renal agudo que venía arrastrando de mucho tiempo y que, probablemente, se ha agravado al extraviarse de su hogar. Algo que todas lamentamos en el alma pero que por desgracia cuando se trabaja con animales que han pasado un tiempo o que viven en la calle, bien por esta enfermedad bien por cualquier otra, es demasiado frecuente.
Y además otro indicativo de que la gata que estaba bajo nuestra gestión no es la gata de Olivia G, ya que entendemos, que si tan querida es su gata lo primero que nos hubiera comunicado es que el animal tiene problemas de riñón y nos hubiera indicado el tratamiento puesto que su vida dependía de ello. Y esto no sucedió, queremos pensar que porque su gata no padece de los riñones.
- Que hemos acusado a Olivia G. de maltrato y que no se la dábamos por eso.
No, no nos citamos con ella porque tenemos evidencias clínicas y físicas de que no es su gata. Al igual que no se la hemos enseñado a otras tantas personas que se han puesto en contacto con la asociación diciendo ser la familia de la gata y no haber coincidencia en las características descritas.
Lo que decimos en el escrito de la asociación es que la gata está en el veterinario recibiendo atención y un exámen físico por la lamentable condición de abandono en la que se encontraba, por eso entendimos en todo momento que la gata llevaba bastante tiempo perdida.
Ahora bien, EN EL SUPUESTO CASO de que la analítica hubiera determinado que la gata estaba esterilizada, hubiera tenido lugar la cita para que Olivia G. la viera, y la hubiera reconocido como suya, la ley establece que estamos en obligación de dársela y así hubiéramos procedido. Pero eso sí,sabiendo, tal y como ella nos traslada, que le desapareció el mismo día que la rescataron, acto seguido nos hubiéramos dirigido a la comisaría más cercana a denunciar en las condiciones que tenían al animal.
- Que el pelo del gato persa se pone así en un día.
Rotundamente NO. Puede ensuciarse, llegar a apelmazarse o anudarse con alguna rama o planta pero tal y como tenía el pelaje ese pobre animal estimamos que estaba perdida semanas. Completamente adherido a la piel impidiendo movimientos tan simples como el andar y tampoco se trata de “solamente estética”, el pelaje del animal le protege tanto del frío como del calor siempre y cuando esté bien aseado, de lo contrario deja de hacer su función no dejando salir la humedad del ambiente, puede llegar a provocar dermatitis e incluso heridas con los cuerpos extraños que se queden enredados en el pelo. Prurito continuo y en según qué zonas puede ser intenso. Pérdida de adherencia, fundamental para los gatos, por no tener contacto de las almohadillas directo con el suelo, imposibilidad de controlar los saltos, básico para poder trepar en caso de necesidad o peligro, imposibilidad de defecar, llegando a provocar irritación grave en la zona perianal por la humedad de las heces y la orina…. y un sin fin más de daños para el animal.
No, el estado en que se encontró a ese animal no se da en uno, ni dos días.
Ojalá esto hubiera tenido otro desenlace, un desenlace donde esa pequeña hubiera vivido hasta el último de sus días rodeada de su familia y en su entorno. Ojalá nunca se hubiera perdido o hubiera llevado chip.
D.E.P. Pequeña. Nunca te olvidaremos, esperamos que hayas sentido que hemos hecho todo lo posible por ti.
MAr Puig.
Coordinadora asociación Cinco Hocicos.
Me parece una buena explicación, gracias por ayudar a estos pequeños y mucho ánimo no hagais caso de nada al final siempre sale la verdad por delante
Nos quedaremos con todo el apoyo recibido. Gracias Ale. Seguimos luchando por ellos. Un fuerte abrazo.
Moltes gracies x tot el q heu fet Mar i no doneu crèdit a gent dolenta o amb problemes mentals.
Feliç Any x vosaltres i els peludets😻💝🎄🎊🎍
Moltes gracies Irati. No farem cas. Seguim lluitant. Feliç Any!
Gracias por la aclaración, aunque yo no puedo dudar de vuestra gestión.
Un saludo
Muchas gracias Adriana, sobre llevamos el asunto gracias a todas las muestras de apoyo recibido. Saludos y que tengas muy buen año.
Buenas tardes, he seguido este caso porque no me parecía nada normal lo que ponía Olivia. No he dejado ningún comentario antes, pues, leia y la verdad, no lo veía nada claro .Ahora os doy mi más sincera enhorabuena por todo lo que habéis hecho y haceis por los animales. Sois sus ángeles, ojalá hubiera más gente como vosotr@s . Ánimo, hay gente que piensa lo mismo que yo y os van apoyar. Muchos besos!!!
Muchísimas gracias por el apoyo Carmen. Seguimos trabajando. Feliz año y feliz vida. un abrazo.