Cada vez somos más los que entendemos que hay que luchar por una sociedad empática y respetuosa con los animales pero para gestionarlos es indispensable tener unos conocimientos básicos y la capacidad de actuar coherentemente con ellos, aunque sea de manera altruista , la formación es indispensable. Sin embargo no es fácil encontrar un punto de formación o información donde poder recurrir ante situaciones que nos sobrepasan. Tampoco las asociaciones exigen una formación mínima para poder trabajar por ellos a sus voluntarios y voluntarias que con toda la buena intención pueden provocar complicadas situaciones tanto para la asociación como para los propios animales.
Esto mismo lo podriamos extender a los particulares, empresas o instituciones que se ven involucrados en cualquier situacion que afecta a uno o varios animales y carecen de conocimientos y medios para poder enfrentarse a la misma. El otro gran lastre de este país es que es tan fácil adquirir o gestionar a un animal como lo es abandonarlo. Y lo que es peor sin apenas consecuencias para el hecho que entraña.